El representante de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de la Federación, Benjamín Carrera, pidió a los medios de comunicación que dejen de llamarlo delegado y que a la SADER dejen de decirle SAGARPA. En un acto totalmente irrelevante, el ex diputado de Morena fue firme al decir que él no funge como delegado de ninguna dependencia federal, sino que su labor se limita a la del titular de la oficina de la SADER en Chihuahua o como un representante. Esto se puede tomar como un simple capricho del morenista, pero la realidad es que es una manera de blindarse ante las acciones que pueda o no pueda hacer para resolver la problemática del campo chihuahuense. Con ese argumento Benjamín Carrera puede quitarse responsabilidad, cuando desde la Ciudad de México “le amarren las manos”, que es precisamente lo que la 4T acostumbra hacer con sus representantes en estados como Chihuahua, en donde se considera una sociedad opositora.
